«El mundo que se refleja inconscientemente en los textos que he escrito a lo largo de mi vida es, de alguna manera, un espejo de mi propio tiempo», afirma Gregorio Marañón. En este volumen el autor ha querido recoger piezas fechadas entre 1982 y 2025. En ellas aborda la política nacional desde un marcado espíritu de la Transición, un espíritu que añora porque contribuiría a combatir «la desmemoria que no cesa». También perfila un país a través de diversos retratos, a veces desde un prisma más familiar; otras, más empresarial. Y por supuesto está Toledo, esa ciudad tan querida, de un gran peso sentimental y simbólico para él. Todo ello se complementa con algunos textos dedicados a la experiencia del viaje, físico y metafórico.

De manera que los textos exponen una trayectoria vital comprometida con unos principios. En palabras de Pedro J. Ramírez, «como Kundera decía de Havel, la gran obra de arte de Gregorio Marañón está siendo su propia vida. Y no tanto por sus múltiples cualidades sino por la trascendencia de su propósito».

Un propósito vestido de consenso, ya que, como afirma Iñaki Gabilondo, Gregorio Marañón arrastra «el sambenito de los conciliadores, que en nuestro país surfean como pueden en el oleaje que originan los extremismos y los fanáticos de las ortodoxias», y su espacio natural es «la plaza de la concordia». Así lo demuestra este libro.



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