Si hay un alma y, qué sea el alma, si la hay son preguntas a las que pensadores, médicos, escritores… han intentado dar una respuesta válida. Desde Homero hasta Descartes la idea de alma ha servido para designar el conjunto de sensaciones, imágenes y recuerdos, alegrías y tristezas, ilusiones o esperanzas, así como para nombrar los ideales más sublimes y las más bajas pasiones, las emociones o el instinto de defensa y supervivencia, que el libro de Guillermo Serés ilustra con abundantes testimonios. El término «alma» ha servido también tradicionalmente para nombrar la parte divina o celeste del ser humano, su transcendente sustancia, imperecedera o inmortal, porque perdurará más allá de la descomposición y desaparición del cuerpo. Precisamente porque somos conscientes de que hemos de morir, el alma es también y muy especialmente la conciencia de la muerte.

A lo largo del presente volumen se analiza y documenta, con ejemplos españoles y europeos, la evolución del concepto desde la Antigüedad grecolatina hasta el siglo xvii y el umbral de la modernidad, y se recogen, en diez capítulos monográficos, sus diversas acepciones, sentidos y simbolismos, referidos a la persona y a la nación, a la naturaleza y al arte.