Una lectura forense


En mayo de 2024, la Fuerza Aérea israelí y la División de Inteligencia recibieron el Premio de Defensa Israelí 2024 por el éxito de su «fábrica de objetivos», que reconocía el uso innovador de «algoritmos avanzados e inteligencia artificial» para identificar blancos humanos. El genocidio de Israel en Gaza es el primero de la historia perpetrado con ayuda de la IA. Pero también quienes lo investigan tienen acceso a las herramientas más avanzadas. Con ellas, siguiendo metodologías como las de la arquitectura forense, documentan la violencia desproporcionada. No sólo en la Gaza del presente, sino en otros territorios y otras épocas, en todo el mundo.
Como recuerda Eyal Weizman, antes del exterminio de seis millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania ejecutó un primer genocidio en Namibia en la primera década del siglo xx. Desde las matanzas de armenios por parte de las tropas turcas, durante la década siguiente, hasta el genocidio de la minoría rohinyá en la Birmania del siglo xxi, pasando por Ruanda, los intentos de eliminación de pueblos enteros han formado parte de la lógica colonial.

Este libro colectivo, prologado y editado por Júlia Nueno Guitart –que forma parte del equipo de la prestigiosa agencia de investigación Forensic Architecture– incluye un espectro de colaboraciones que analizan esa historia apoyándose en las tecnologías más recientes. Su intención es política: redefinir lo que entendemos por genocidio a la luz de los procesos coloniales y expandir el derecho internacional a partir del caso de Gaza. Para ello reúne voces autorizadas como Rabea Eghbariah, Joshua Abramson, Dima Srouji, Grégoire Chamayou o Marwa Fatatfa. E incluye, además de otros ensayos gráficos, la investigación visual Cartografía de un genocidio, por primera vez en español.



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