Arkadi Bábchenko volvió, pero convertido en una persona distinta. La necesidad de superar aquel horror sin caer en la locura le impulsó a dejar testimonio de lo sucedido en una serie de relatos duros, amargos, crueles. Con una sensibilidad literaria extraordinaria -que sectores de la crítica han calificado como lo mejor de la literatura rusa contemporánea-, Bábchenko reúne en este volumen una serie de relatos sobre su experiencia en la guerra de Chechenia. De ese trágico descenso a los infiernos surgió un escritor cuyo primer libro se sitúa ya en la tradición de Sin novedad en el frente de Erich Maria Remarque o Trampa 22 de Joseph Heller.